Con motivo del Día Mundial de la Medicina de Urgencias, desde la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y, su sección, la Sociedad Española de Radiología de Urgencias (SERAU) queremos poner en valor el papel esencial del radiólogo en los entornos de urgencia y emergencia. Su intervención es decisiva en la toma de decisiones clínicas críticas, especialmente en situaciones de alta complejidad y riesgo vital.

Desde los politraumatismos y los síndromes abdominales agudos hasta el código ictus, el radiólogo interviene como gestor integral del proceso diagnóstico, garantizando la selección adecuada de técnicas de imagen, una interpretación precisa y una coordinación efectiva con los equipos multidisciplinares.

La carga asistencial es elevada y las decisiones deben tomarse en cuestión de minutos, lo que exige alta especialización, precisión diagnóstica y capacidad de priorización bajo presión. Esta labor, además, se realiza frecuentemente con turnos 24/7 y bajo condiciones de información clínica limitada, lo que refuerza aún más el valor añadido de esta especialidad.

A pesar de los desafíos, la radiología de urgencias sigue avanzando como área estratégica para la seguridad del paciente y la eficiencia del sistema sanitario. Para seguir mejorando su aportación, las necesidades pasan por:

• El reconocimiento formal del papel del radiólogo de urgencias.
• El refuerzo de plantillas en función del volumen y la turnicidad.
• La implementación de herramientas de inteligencia artificial que apoyen tanto el diagnóstico como la gestión.
• La participación activa en la definición de los circuitos clínicos.

“Radiología rápida y precisa de la cabeza a los pies”, el radiólogo de urgencias no solo interpreta imágenes: toma decisiones que salvan vidas.