La caracterización de lesiones hepáticas de nueva aparición en pacientes oncológicos puede ser un reto diagnóstico, según especialistas de la SERAM

La caracterización de lesiones hepáticas de nueva aparición en pacientes oncológicos puede ser un reto diagnóstico, según especialistas de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), como la Dra. Helena Peris, autora principal del artículo de la revista Radiología “Lesiones hepáticas de nueva aparición en el paciente oncológico: un reto diagnóstico”, donde pone de manifiesto que la identificación de lesiones hepáticas de nueva aparición en el seguimiento de pacientes con cáncer plantea un importante desafío diagnóstico que va mucho más allá de la sospecha inicial de metástasis, ya que unos hallazgos radiológicos atípicos, sumados al contexto clínico del paciente nos deben hacer pensar en otras posibilidades diagnósticas; algunos ejemplos serían:
- Clínica infecciosa: absceso
- Paciente inmunodeprimido: infección oportunista
- Toma de anabolizantes/ACO: adenoma
- Tratamiento quimioterápico a base de Oxaliplatino: Hiperplasia nodular focal-like
Además, se deben tener en cuenta otros aspectos, como “si el tumor primario que estamos controlando tiene tendencia o no a metastatizar al hígado, y siempre revisar todos los estudios previos del paciente ya que hay lesiones hepáticas benignas que presentan una alta incidencia (por ejemplo, los quistes y hemangiomas) y a veces pueden pasar desapercibidas en algunos estudios (ya sea por su pequeño tamaño o por diferencias en la fase de adquisición) pudiendo simular ser de nueva aparición cuando en realidad no lo son” apunta la Dra. Peris. Continúa comentado que “las pseudolesiones también son relativamente frecuentes en estos pacientes que debido a los tratamientos quimioterápicos pueden sufrir cambios en el parénquima hepático que simulan lesiones: sería el caso de las zonas de preservación grasa, la esteatosis focal o las alteraciones de la perfusión”. “Por último, no olvidar los tumores primarios del hígado (principalmente el hepatocarcinoma y el colangiocarcinoma) sobre todo cuando el paciente oncológico además es hepatópata” concluye la Dra. Peris.
“El incremento del número de pacientes diagnosticados de cáncer ha aumentado a lo largo de los años, en parte gracias a los avances en el diagnóstico clínico y detección radiológica. Este incremento no responde necesariamente a una mayor incidencia, sino al avance de las técnicas diagnósticas y a la mayor supervivencia de los pacientes oncológicos, lo que implica más controles radiológicos y, por tanto, más hallazgos de nuevas lesiones, aunque no se dispone de datos exactos en la literatura”, explica la Dra. Peris.
La tomografía computarizada (TC) es la técnica de referencia para el seguimiento del paciente oncológico, mientras que la resonancia magnética (RM) hepática se considera la prueba más específica para caracterizar lesiones hepáticas y es muy útil sobre todo cuando los hallazgos por TC son atípicos para metástasis. En los casos más complejos, la biopsia percutánea puede ser necesaria.
“La Radiología desempeña un papel primordial en la caracterización de las lesiones hepáticas y en el diagnóstico diferencial, pudiendo evitar procedimientos invasivos innecesarios y guiando la toma de decisiones clínicas”, subraya la Dra. Peris.
Enfoque multidisciplinar
El diagnóstico correcto requiere integrar la información clínica, analítica, oncológica y de imagen, lo que hace indispensable un enfoque multidisciplinar entre oncólogos, radiólogos y patólogos.
La detección precoz de metástasis tiene un impacto directo en la supervivencia del paciente, ya que influye en la selección de tratamientos sistémicos, terapias dirigidas e inclusión en ensayos clínicos.
La Dra. Peris puntualiza que “es muy relevante destacar la importancia de la visión global del paciente para llegar al diagnóstico, evitando así pruebas invasivas: la clínica, analítica, el tipo de neoplasia primaria y su estadio inicial, así como el tratamiento oncológico previamente recibido son datos clave para el diagnóstico final. La detección precoz de metástasis influye directamente en la elección de tratamientos sistémicos y dirigidos o en la inclusión en ensayos clínicos, por lo que tiene un impacto directo en la supervivencia del paciente”.
Mirando al futuro, la Dra. Peris apunta que “las tecnologías radiológicas emergentes, así como la integración con la inteligencia artificial (IA) probablemente permitirán al radiólogo mejorar tanto en la detección, como en la caracterización de las lesiones hepáticas”.