El papel del radiólogo de mama hoy: ¿Por qué mereces una consulta radiológica personalizada?
Cuando pensamos en la lucha contra el cáncer de mama, solemos imaginar a cirujanos, oncólogos y enfermeras trabajando mano a mano con las pacientes. Pero ¿sabías que el radiólogo de mama es uno de los actores clave en cada paso de tu camino hacia la curación? Lo que antes era solo “leer una mamografía” hoy es una compleja red de tecnología avanzada, tratamientos mínimamente invasivos y decisiones cruciales que cambian vidas. El radiólogo ya no es un simple intérprete de imágenes: es el guardián silencioso de tu salud.
Imagínalo por un momento. Estás en medio de tu tratamiento y te preguntas, “¿Qué significa realmente este informe? ¿Es esta la mejor opción para mí?” Si hubiera una consulta radiológica dedicada solo a ti, donde el radiólogo pudiera explicarte en detalle los resultados de tus pruebas, escuchar tus preocupaciones y discutir las mejores opciones de tratamiento… ¡Qué alivio sería!
Lo que muchas no saben es que los radiólogos de mama participamos en hasta nueve pasos fundamentales de tu atención. Sí, nueve. Y en cada uno de estos pasos, una consulta radiológica personalizada marcaría una gran diferencia en cómo comprendes y enfrentas el tratamiento. Estos son:
- Detección precoz: A través de mamografías y otras pruebas avanzadas, somos los primeros en detectar cambios sospechosos en tus imágenes, mucho antes de que se presenten síntomas visibles. Es el primer paso hacia un diagnóstico temprano y mejores resultados. Es bueno que sepas por qué hemos realizado otras pruebas y lo que eso conlleva.
- Diagnóstico por imagen: Con tecnologías como la mamografía 3D y la resonancia magnética con protocolos abreviados, obtenemos imágenes detalladas que nos permiten identificar no solo la presencia del tumor, sino también su comportamiento y características, como si pudiéramos “leer su ADN”. Con todo ello y en función del grado de sospecha decidimos si es necesaria una biopsia.
- Biopsia y marcaje. Es importante que conozcas que en muchos casos no realizamos la biopsia porque pensemos que va a ser cáncer sino para demostrar que no lo es y ponerle nombre y apellido a la lesión. Esta explicación hará que tu ansiedad y angustia durante el tiempo de espera sean menores. Además en el caso de que se haya confirmado que tienes un cáncer, también decidimos cuántas lesiones y cuáles hay que biopsiar, Después de cada biopsia ponemos una “marca” que servirá como si fuera una especie de “mapa” en el que quedan dibujadas todas las lesiones y que luego servirá a ginecólogos y cirujanos durante la cirugía. Es importante que si te estás enfrentando a un proceso así podamos explicarte en qué consiste una biopsia, el tipo, qué cuidados tienes que seguir después y posibles complicaciones. Esto hará tu vida más fácil.
- Caracterización del tumor y correlación con los resultados del patólogo: ¿Sabías que después de que el patólogo de un resultado este tiene que ser concordante con nuestras imágenes? Si todo nos “cuadra” daremos el visto bueno para que la paciente pueda comenzar los tratamientos, ya que no solo identificamos si tienes un tumor, sino que también logramos que el patólogo defina exactamente qué tipo de tumor es. ¿Es más agresivo? ¿Responde a las hormonas? Esta información es crucial para diseñar un tratamiento adecuado y personalizado para ti.
- Presentación de cada caso en el comité multidisciplinar: ¿sabías que cada caso que requiere tratamiento se discute juntamente con el resto de los especialistas dedicados a la mama? ¿Sabías que esto va a determinar si necesitas cirugía, el tipo y la extensión? Una vez que hemos realizado el diagnóstico y estamos conformes con los resultados, somos los exponentes de vuestro caso en este comité, donde mostramos qué lesiones tienes, cómo son (tamaño y resultado del patólogo) cuántas y dónde, logrando una correcta estadificación lo que determinará que tu cirugía y tratamientos sean lo más precisos no haciendo de más pero tampoco de menos.
- Somos los ojos de tu cirujano: ¿sabías que la mayoría de los tumores al ser diagnosticados tan pronto no se ven ni se palpan? Por medio de las marcas que pusimos al diagnóstico realizaremos este mapeo necesario para que el cirujano pueda delimitar la zona que tiene que extirpar. ¿Y qué dirías si te comento que mientras estás dormida en la sala de quirófano el cirujano nos va a mandar el trocito con el tumor para que comprobemos que tanto las marcas como el cáncer se han extirpado correctamente?
- Lesiones de riesgo y tratamientos mínimamente invasivos. ¿Conocías que en algunos casos es posible tratar algunas lesiones de riesgo y algunos cánceres sin necesidad de cirugía? Por medio de tratamientos como la crioablación (congelar el tumor), la radiofrecuencia (quemar el tumor) y la extirpación con biopsia de vacío podemos destruir o extirpar algunos tumores sin pasar por quirófano. Imagina salir del hospital sin cicatrices visibles y sabiendo que tu tumor está controlado.
- Control de respuesta al tratamiento: Mientras sigues tu tratamiento con quimioterapia, radioterapia o terapia hormonal, somos quienes vigilamos de cerca cómo responde tu tumor. ¿Está disminuyendo? ¿Es necesario ajustar el tratamiento? Esto es clave para adaptar el enfoque y maximizar tus posibilidades de éxito.
- Seguimiento postoperatorio: Después de la cirugía o el tratamiento, continuamos monitorizando tu estado con pruebas de imagen para detectar cualquier signo de recurrencia lo antes posible.
¿No te gustaría estar informada en cada uno de estos pasos? Una consulta radiológica personalizada permitiría explicar cada prueba, cada tratamiento y cada decisión médica de una manera que entiendas, que te haga sentir segura y con el control de tu proceso de curación. Porque cada imagen cuenta una historia única sobre tu salud. Las técnicas que utilizamos hoy —mamografía 3D, resonancia magnética con protocolos avanzados, crioblación o extirpación de lesiones por biopsia— son complejas y pueden cambiar radicalmente el curso de tu tratamiento. ¿No sería reconfortante entender todo esto de primera mano? Este espacio es esencial para que cada paciente sepa exactamente qué está ocurriendo en su cuerpo y pueda participar activamente en la toma de decisiones.
Imagínate tener esa conexión directa y poder preguntar lo que necesites. Tener acceso a esta información no solo reduce la ansiedad, sino que te empodera como paciente mejorando tus resultados a largo plazo.
Silvia Pérez Rodrigo, radióloga especialista en mama de la SERAM (Sociedad Española de Radiología Médica) y SEDIM (Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama)