En España se realizan más de 40 millones de pruebas de imagen al año, según la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM)
Madrid, 7 de noviembre de 2022. En el día internacional de la Radiología, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) pone de manifiesto que se realizan más de 40 millones de pruebas de imagen al año en nuestro país para detectar o realizar seguimiento a muchas patologías. De las cuales, más del 45% son radiografías, mientras que el 18% son tomografía computarizada (TC o TAC), 18% ecografías, 9% resonancias magnéticas (RM), 5% mamografías y el 5% otras pruebas de imagen médica.
Según la OMS, el 80% de las decisiones médicas en nuestro entorno se toman basándose en pruebas radiológicas, con un papel esencial de la imagen médica (en todas sus variedades) en el diagnóstico, seguimiento e incluso en el tratamiento del paciente.
El médico radiólogo es la persona que decide la mejor prueba a realizar, el profesional sanitario que analiza e interpreta las imágenes para dar un diagnóstico, y en el caso del intervencionismo, el médico que realiza el tratamiento.
Las técnicas de imagen más habituales
La radiología simple (“las placas de rayos X”) sigue siendo la exploración más realizada en los servicios de radiodiagnóstico. Las ventajas de su utilización son sobradamente conocidas: amplia disponibilidad, fácil realización, reproductibilidad, coste, seguridad y gran rendimiento diagnóstico especialmente en valoración del tórax y lesiones del hueso.
La tomografía computarizada (TC) también utiliza rayos X, pero en este caso no obtiene una imagen única en un solo plano. El tubo gira alrededor del paciente emitiendo rayos X que son recogidos por una placa con múltiples detectores. Se realiza un barrido del territorio a explorar y mediante procesamiento informático se obtienen las imágenes volumétricas con las que reconstruir en cualquier plano del espacio o en forma tridimensional.
La TC tiene una gran resolución espacial permitiendo ver lesiones milimétricas que no son detectables en los estudios de radiología simple y por su rapidez y precisión, es la técnica ideal para la patología urgente, permitiendo estudios de cuerpo completo en una única y rápida exploración.
La mamografía es otra prueba basada en los rayos X, que se utiliza para el estudio del tejido mamario. Es la técnica fundamental de los programas de detección precoz del cáncer de mama y junto con la ecografía y la RM, son los grandes pilares del manejo de la patología mamaria.
La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza los ultrasonidos como fuente de producción de imágenes. Por su coste, disponibilidad, portabilidad, versatilidad y posibilidad de realizar una exploración dinámica escuchando activamente al paciente es una técnica que tiene una altísima rentabilidad diagnóstica y múltiples campos de aplicación. La principal limitación de la ecografía viene determinada por las alteraciones a la transmisión del sonido en el hueso y en el aire, lo que hace que la ecografía tenga dificultad para evaluar estructuras con aire (como el pulmón) o protegidas por hueso.
La resonancia magnética (RM) es una técnica de diagnóstico radiológico basada en la respuesta de los tejidos al ser sometidos a un campo magnético muy potente y excitado mediante pulsos de radiofrecuencia. El funcionamiento es complejo e implica múltiples procesos físicos. Los estudios son más largos y la colaboración del paciente es muy importante. La seguridad es un elemento fundamental en la prueba, siendo imprescindible conocer si el paciente es portador de algún dispositivo incompatible. Esta técnica permite obtener imágenes en múltiples planos y secuencias que proporcionan una información tanto morfológica como funcional. Y su principal ventaja sobre otros métodos de imagen es la alta resolución de contraste que permite estudiar los tejidos con gran detalle y la hace especialmente útil para la valoración del sistema nervioso, las estructuras músculo-articulares y estudiar lesiones viscerales.
En todas las pruebas de imagen pueden emplearse medios de contraste, que son fármacos específicos que favorecen la visualización y el estudio de tejidos, cavidades o lesiones. La finalidad de los medios de contraste no es sólo el estudio morfológico de las estructuras, sino que también pueden aportar información funcional y dinámica y permiten distinguir tejidos sanos de enfermos. Los principales contrastesson gastrointestinales, intracavitarios e intravasculares.
En todas las técnicas de imagen es el radiólogo, como médico especialista, es el que planifica cómo debe realizarse la exploración, determina si el contraste es necesario o si hacen falta pruebas complementarias para completar la valoración del paciente.
Este trabajo se realiza con la estrecha colaboración de los técnicos superiores en imagen para el diagnóstico (TSID). Por ello, este año, desde la European Society of Radiology se ha seleccionado el tema de “Radiólogos y Técnicos acompañando al paciente”, dando relevancia a todo el equipo del servicio de Radiología, enfatizando que el paciente siempre está en el centro del proceso asistencial.
No sólo diagnóstico
Además de la vertiente diagnóstica, la Radiología tiene una faceta cada vez más Intervencionista. Todas las técnicas radiológicas permiten realizar procedimientos intervencionistas, tanto para el diagnóstico (punciones con aguja fina o biopsias con aguja gruesa) como para el tratamiento, aumentando día a día el número de patologías que pueden ser tratadas con técnicas mínimamente invasivas por los radiólogos intervencionistas. La selección de la técnica más adecuada va a depender de las características de la lesión y del paciente, la disponibilidad de equipamiento y la experiencia de los radiólogos.
Además, en los últimos años, aprovechando las características digitales de la imagen médica, se están incorporando nuevas herramientas que mejoran la comunicación con los pacientes, así como la planificación de los tratamientos y la impresión de modelos 3D. De igual modo existen aplicaciones informáticas que mejoran el proceso diagnóstico como la radiómica (que convierte imágenes en datos cuantificables y nos permite detectar patrones relacionados con agresividad o respuesta al tratamiento de algunas lesiones) o la inteligencia artificial que permite automatizar algunas tareas de clasificación e incluso de detección de lesiones. Todas estas técnicas novedosas van a permitir extraer más información de las exploraciones, pero al mismo tiempo, generan mucha más información que requiere tiempo y dedicación de los radiólogos para ser valorada.
La amplia variedad de técnicas de imagen disponibles, con sus distintas ventajas y limitaciones, hace que el papel de los radiólogos sea fundamental: aplicar la exploración más adecuada y velar por el uso correcto de las pruebas de imagen haciendo una medicina eficiente y orientada a las necesidades individuales de cada paciente.
Según la presidenta de la SERAM, la Dra. Asunción Torregrosa Andrés “El radiólogo actual no es sólo un especialista que interpreta imágenes y realiza informes, sino un clínico más, un médico consultor que resuelve las dudas de otros especialistas, que participa activamente en los comités multidisciplinares y realiza no sólo diagnóstico, sino también intervencionismo mínimamente invasivo guiado por imagen”.