IN MEMORIAM | Dr. José Esteban Velasco
Dr. José Esteban Velasco (1934-2021)
El Doctor Don José Esteban Velasco nos ha abandonado por este desgraciado mal el día 19 de febrero de 2021. Dr. Esteban para algunos, Pepe Esteban para muchos.
Fue Jefe del Departamento de Radiología y Medicina Nuclear del Hospital La Fe desde los inicios de este centro en 1974 hasta que en 1990 solicitó la excedencia voluntaria para dedicarse en exclusiva a su Centro de Estudios Tiroideos. Pero, por encima de todo, fue un médico extraordinario y muy querido por sus pacientes.
El Dr. Esteban estudió en la Facultad de Medicina de Granada, donde comenzó a investigar sobre tiroides en su Tesis Doctoral “Anticuerpos Antitiroideos: Estudio Experimental” con la que obtuvo el Premio Extraordinario, y realizó múltiples trabajos pioneros como “Bocio Endémico en La Alpujarra (Granada) estudiado con Radioyodo 131-I”.
Desde allí se trasladó a Madrid en los años 60 al Centro de Oncología y de Medicina Nuclear de San Juan de Dios, dentro de lo que es hoy el Hospital Gregorio Marañón, donde, junto con el Dr. Pérez Modrego, fue pionero en aquellas técnicas que mezclaban la radiología y la medicina.
Se trasladó a Valencia en 1970 a la entonces, Ciudad Sanitaria La Fe, donde asumió la Jefatura de Departamento que englobaba los Servicios de Radiodiagnóstico, Radioterapia, Medicina Nuclear y también durante un cierto periodo, Protección Radiológica, en la que desde entonces se convertió en su querida ciudad.
El Dr. Esteban desarrolló una carrera imparable hasta el fin de su vida. Médico de profunda vocación, con un fino olfato para las patologías oncológicas y gran clínico, probablemente uno de los más eminentes de su campo. Su personalidad arrolladora y su buen hacer profesional le hacía famoso desde hace años en nuestra Valencia.
Este gran médico y padre de familia, deja dos excelentes médicos y una excelente farmacéutica en su haber, una familia por la que siempre luchó y que quería con locura. Unos hijos que vieron en él un ejemplo de perseverancia, y unos nietos que nunca olvidarán cada cuento, cada historia compartida, y cada palabra de orgullo que su abuelo les dedicara. Por encima de todo, no se olvidará la imparable bondad que todos conocíamos.
Como buen apasionado de las nuevas tecnologías que era, se mantuvo activo bloguero, ayudando a miles de personas, hasta su despedida. Como siempre, con fina ironía y profunda erudición. Era amante del mar, siempre con su barco “curricando a la bacoreta” y disfrutando de los días en los que simplemente salía a navegar. Fue su gran afición, aunque sin desdeñar otras, como la lectura de ciencia ficción o la fotografía. Allá por el año 1968, tras asistir a un congreso en Tokio, se trajo una de las primeras cámaras tomavistas de Super-8. Y así fue como la imagen, junto con el mar y sus demás aficiones, le fue dando tantas y tantas satisfacciones en su vida.
Porque ante todo, Pepe Esteban era amante de la vida. Sentía una curiosidad desbordante que le hacía querer aprender todo lo que pudiera: sobre medicina, sobre historia, sobre el mundo, sobre los demás. Si tuviéramos que medir el valor de nuestra vida en nuestra capacidad de llegar a las personas, de aliviar y mejorar la vida de otros, el Dr. Esteban puede estar muy orgulloso del legado que deja y de todas las vidas que ha cambiado a lo largo de la suya.
Descanse en Paz, esta gran persona y gran médico. Granadino de nacimiento y valenciano de corazón.
Asunción Torregrosa Andrés
Presidenta de la Sociedad de Radiología de la Comunitad Valenciana (SRCV)
Vicepresidenta de la SERAM