Se han quintuplicado los tratamientos del ictus en los últimos 10 años, según neurorradiólogos de la GeNI y SERAM

En el marco del día mundial del ictus, la Sociedad del Grupo Español de Neurorradiología Intervencionista (GeNI) y la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM)conmemoran los 10 años del tratamiento endovascular del ictus isquémico en España poniendo de manifiesto que, se han quintuplicado los tratamientos del ictus en los últimos 10 años, según neurorradiólogos de la GeNI y SERAM. El crecimiento de los tratamientos ha pasado de los 2.000 tratamientos en 2015, a más de 9.000 del año 2024, con un crecimiento medio anual del 13%. “En este periodo de 10 años, los neurorradiólogos intervencionistas han realizado más de 60.000 trombectomías en España” comenta el Dr. Pedro Navia, radiólogo neuro intervencionista de la SERAM y presidente de GeNI.
En el Mundo se producen cada año casi 12 millones de casos de ictus y más 7 millones de fallecimientos por esta enfermedad. En España se producen unos 90.000 nuevos casos de ictus al año y alrededor de 20.000 fallecimientos por esta enfermedad. Además, es la primera causa de discapacidad en el adulto en España.
La Radiología es clave para el diagnóstico de enfermedad, para distinguir el ictus isquémico del hemorrágico, para guiar los tratamientos endovasculares y monitorizar la evolución tras el tratamiento. El avance en la neuroimagen con la tomografía computarizada (TAC) multidetector, angio-TC y TC de perfusión, se consigue un diagnóstico mucho más rápido y preciso, reduciendo tiempos de diagnóstico, lo que a su vez acorta el tiempo al tratamiento y mejora el pronóstico del paciente.
El ictus isquémico
El ictus isquémico es el tipo de accidente cerebrovascular más frecuente y está provocado por la obstrucción brusca de una arteria cerebral, generalmente por un coágulo de sangre que interrumpe el flujo de sangre a una región del cerebro. Esta falta de riego puede causar daños neurológicos graves y requiere atención médica inmediata.
Aunque el ictus es más frecuente a partir de los 60 años, un 15% de los afectados en España son menores de 45 años. Los factores de riesgo más comunes son: hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca, tabaquismo y edad avanzada. El perfil más común es el de un varón mayor, frecuentemente con antecedentes de hipertensión, diabetes o problemas cardíacos.
El ictus es una urgencia. Ante síntomas bruscos como pérdida brusca de fuerza en brazo o pierna, dificultad para hablar o asimetría facial, hay que avisar de inmediato al 112, sin perder tiempo, porque el tratamiento precoz salva vidas y mejora la recuperación.
La trombectomía mecánica
La trombectomía mecánica se ha consolidado como el tratamiento estándar para las obstrucciones de gran vaso cerebral, que son las que provocan los ictus más graves, logrando mejoras significativas en la supervivencia y en el pronóstico neurológico.
El Dr. Navia explica que “el tratamiento endovascular del ictus (trombectomía mecánica cerebral) consiste en acceder al coágulo que obstruye la arteria cerebral con un catéter que se introduce por una arteria de una pierna o de un brazo; navegando a través de las arterias y guiados por rayos X (cateterización), se consigue llegar al coágulo y extraerlo mediante distintos sistemas. Este tratamiento se realiza en los ictus más graves, los que se producen por la oclusión de un gran vaso cerebral. Y cuando hablamos de gran vaso cerebral, hablamos de arterias de 2 o 3 mm de diámetro, de pared fina y muy delicadas, así que estamos hablando de un tratamiento muy complejo y que debe de realizarlo solo un especialista con una formación adecuada y experiencia”.
Además, apunta el Dr. Navia que “el tratamiento actual se basa en la actuación multidisciplinar inmediata: tras el primer diagnóstico clínico y atención de emergencias extra, intrahospitalarias y neurología, se realiza el diagnostico de imagen por neurorradiología. A continuación, se inicia, si no hay contraindicación, el tratamiento con fármacos trombolíticos, seguido en los casos más graves de trombectomía mecánica para extraer el trombo por el equipo de neurorradiología Intervencionista con la asistencia de Anestesiología. En ocasiones es necesaria también la intervención de neurocirujanos y especialistas en medicina intensiva. Todo un gran equipo multidisciplinar en el que intervienen también enfermería especializada, técnicos de radiología, TCAE y celadores, todos perfectamente coordinados para disminuir en lo posible el tiempo al tratamiento y recanalizar lo antes posible la arteria obstruida. Finalizada la intervención, el paciente debe continuar control y tratamiento en la Unidad de Ictus o, en casos más severos, en las Unidades de Reanimación y Cuidados Intensivos”.
Para que el tratamiento sea lo más eficaz posible, es necesario que el paciente sea atendido cuanto antes tras el inicio de los síntomas; cuanto más tiempo pase desde este momento hasta la recanalización, menores son las posibilidades de recuperación y mayores las de secuelas.
“La neurorradiología intervencionista se encarga no solo del tratamiento del ictus isquémico agudo, sino también, desde hace más de 30 años, del resto de diagnósticos y tratamientos mínimamente invasivos del sistema nervioso central, la mayoría patologías graves como los aneurismas cerebrales o las malformaciones vasculares cerebrales y medulares”, pone de manifiesto el Dr. Navia.
Los retos
Por una parte, conseguir un acceso al tratamiento especializado precoz de una manera equitativa en todo el territorio de nuestro país, aumentando la disponibilidad de atención y transporte sanitario adecuado, especialmente en zonas rurales alejadas de los hospitales y también en las grandes ciudades, donde las comunicaciones son también complejas.
Por otra parte, para conseguir ese tratamiento especializado se necesita una formación muy específica. “Los neurorradiólogos intervencionistas de nuestro país hemos incorporado la técnica desde el principio, aceptando nuestra responsabilidad con los pacientes, pero lo hemos hecho asumiendo una carga de trabajo en atención continuada enorme por la falta de especialistas respecto al aumento de la demanda de asistencia provocada por el tratamiento del ictus. Estamos formando a los nuevos compañeros, pero esta formación debe ser adecuada para mantener la excelencia en un trabajo tan especializado; el desarrollo de un área de capacitación especializada en neurorradiología intervencionista ayudaría a garantizar esta formación de una manera reglada, así como a la estabilización de las plantillas en los hospitales”, según el Dr. Navia.