La embolización arterial percutánea, estrategia clave en el tratamiento de la hemorragia postparto, según la SERAM
La embolización arterial percutánea, estrategia clave en el tratamiento de la hemorragia postparto, según los especialistas de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) que publican en la revista Radiología el artículo “Eficacia y seguridad de la embolización de arterias uterinas en el manejo de la hemorragia posparto”1.
El sangrado severo después del parto es la principal causa de mortalidad materna en todo el mundo.
Aproximadamente el 5% de las mujeres que dan a luz pueden experimentar hemorragia postparto. Y en concreto, la incidencia en Europa de la hemorragia postparto, según el parto, oscila entre el 3,36% tras el parto vaginal y el 2,83% tras la cesárea.
“Los factores de riesgo para la aparición de la hemorragia postparto han sido identificados, pero, aun así́, la mitad de las pacientes que desarrollan una hemorragia postparto no presentan ninguno. Los datos apuntan a que causas como la edad materna avanzada, las mujeres con partos anteriores con hemorragia, embarazos múltiples, obesidad o tratamientos de reproducción asistida pueden aumentar las probabilidades de sufrir una hemorragia postparto”, señala la Dra. Elena Lonjedo Vicent, radióloga intervencionista de la SERAM, jefa del servicio de radiología del Hospital Universitario Dr. Peset en Valencia y responsable del grupo que publica el artículo en la revista Radiología.
Hasta la introducción de la embolización de arterias uterinas, cuando las medidas conservadoras como la administración de fármacos uterotónicos o el balón intrauterino fracasan se empleaba el tratamiento quirúrgico (ligadura de arterias uterinas o histerectomía -extracción del útero-). En la actualidad, según la etiología de la hemorragia postparto, la embolización de arterias uterinas se emplea como primera opción.
La Dra. Lonjedo comenta que “la embolización arterial percutánea ha evolucionado hasta convertirse en una estrategia clave en el tratamiento de la hemorragia postparto, ya que es una técnica intervencionista mínimamente invasiva, basada en la oclusión endovascular del aporte arterial del útero mediante la embolización selectiva de las arterias uterinas y/o de otras arterias pélvicas implicadas en el origen de la hemorragia postparto”. Además, señala que “el vertiginoso desarrollo de la tecnología de catéteres y materiales ha proporcionado nuevas herramientas para la realización del tratamiento endovascular con mayor precisión y seguridad, con catéteres de pequeño tamaño que permiten la embolización más selectiva de pequeñas arterias cervicales y vaginales, aumentando la precisión terapéutica y minimizando los posibles efectos adversos de la técnica”.
Del estudio se desprende que la técnica dispone de un éxito técnico y clínico, ya que se realizó una correcta cateterización y devascularización o cese de la hemorragia en las arterias tratadas, además de una mejoría clínica de las pacientes con estabilización hemodinámica. También apunta que es eficaz y segura porque detiene el sangrado y resangrado, además de tener mínimos índices de morbilidad.
La evaluación de la fertilidad materna tras el tratamiento de embolización de arterias uterinas
Presenta escasa evidencia científica, con estudios observacionales, poco homogéneos entre sí y con muestras relativamente pequeñas, pero en el estudio publicado en la revista Radiología los autores observan que más del 30% de las mujeres que presentaban deseo genésico posterior pudieron quedarse embarazadas, lo que no habría sido posible si se les hubiera realizado una histerectomía. Por lo que, “es una técnica que podría preservar la fertilidad, ante la alternativa de la histerectomía, que es la extracción del útero de una mujer”, puntualiza la Dra. Lonjedo.
1.Referencias. DOI: 10.1016/j.rx.2023.01.011