La SERAM estima que aproximadamente la mitad de las peticiones urgentes de pruebas de imagen están relacionadas directa o indirectamente con pruebas asociadas a pacientes con ictus
La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) estima que aproximadamente la mitad de las peticiones urgentes de pruebas de imagen están relacionadas directa o indirectamente con pruebas asociadas a pacientes con ictus y en el contexto del día mundial del ictus reivindica la labor fundamental del radiólogo.
La comisión de neurología de la New World Stroke Organization define el ictus como uno de los problemas de salud más importantes de nuestra sociedad siendo la segunda causa de muerte a nivel mundial y la segunda causa de discapacidad en adultos además de una causa muy importante de demencia y depresión. En caso de mantener la misma prevención y los mismos hábitos de vida (estimando el mismo tratamiento a nivel mundial) se calcula que los costes indirectos del ictus aumentaran desde los 891.000 millones de dólares actuales a más de 2 billones de dólares en el 2.050, con más de diez millones de personas muertas al año en 2.050. Este aumento de la incidencia y de las secuelas se relaciona con los hábitos de vida y factores ambientales y podría continuar afectando cada vez a personas más jóvenes por el aumento de factores de riesgo cardiovascular y hábitos de vida no saludables. Actualmente, y en el futuro, el ictus se puede considerar como una pandemia a escala global y mundial.
Por otro lado, apunta el Dr. Eduardo Murias Quintana, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y especialista en neuroradiología intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias “en nuestro entorno, una parte fundamental de los tratamientos de los ictus considerados graves se realizan mediante cateterismos en unidades de intervencionismo en los servicios de radiología. El grupo español de neurorradiología intervencionista (GENI) ha calculado que el número de tratamientos mediante cateterismo ha aumentado de 2.121 casos en el 2015, a más de 8.125 en el año 2022, con una tasa actual media de 17,1 trombectomias por cada 100.000 habitantes al año. Además, ya hay comunidades autónomas que superan las 25 trombectomías por 100.000 habitantes y año.
El radiólogo cumple un papel fundamental en el diagnóstico y tratamiento del ictus, ya que en el momento actual es el profesional especializado en la interpretación de las pruebas de imagen diagnósticas que incluyen la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Además, “el radiólogo cumple un papel fundamental también en el proceso de diagnóstico y tratamiento del ictus relacionada directamente con la optimización, la gestión y el desarrollo de las pruebas de imagen. La presencia de un profesional de la radiología garantiza que en todo momento el paciente se encuentre en un entorno seguro, muchas veces con pruebas relacionadas con radiaciones ionizantes, y que las pruebas se realicen e interpreten de forma adecuada evitando el desperdicio de recursos”, apunta el Dr. Murias.
El trabajo multidisciplinar con el resto de los servicios del hospital, principalmente con las unidades de ictus y los servicios de urgencias y neurología, así como la relación con los técnicos de imagen y con los profesionales de la enfermería, permite optimizar los tiempos de diagnóstico y de tratamiento. “Recordemos que uno de los factores más importantes para conseguir un buen pronóstico funcional de los pacientes es el diagnóstico rápido mediante pruebas de imagen y en este entorno una adecuada gestión de los recursos es básico para no introducir retrasos en la cadena del código ictus” señala el Dr. Murias.
Inteligencia Artificial
Los sistemas de inteligencia artificial permiten interpretar la imagen de forma rápida y enviar información adecuadamente gestionada y de calidad, supervisada por los radiólogos diagnósticos de los centros sanitarios, a los dispositivos móviles. Lo que permite que los equipos de guardia se desplacen rápidamente al centro sanitario adecuado para tratar a los pacientes sin retrasos que puedan ser catastróficos para el pronóstico funcional.