La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y varios representantes de instituciones relacionadas con el intervencionismo reivindican la continuidad laboral plena de las trabajadoras intervencionista gestantes, dado que sufren una pérdida de oportunidades, un enlentecimiento en la curva de aprendizaje y brecha salarial si deja de realizar guardias, lo que supone un techo de cristal.

La realidad es que la trabajadora intervencionista expuesta a radiación es apartada de su puesto de trabajo habitual durante la gestación, a pesar de que existe multitud de bibliografía en la que se muestra que la dosis recibida en abdomen en una sala de intervencionismo, cuando se cumple debidamente con las normas de radioprotección, se encuentra por debajo de los umbrales de dosis permitidos.

Esta reivindicación viene propiciada porque durante los últimos años varias mujeres profesionales intervencionistas han contactado con SERAM por su situación durante la gestación.

Se ha creado un grupo de trabajo formado por: la responsable de estrategia de SERAM, la Dra. Elena Parlorio, junto con el representante de asunto profesionales de la SERAM, el Dr. Luis Concepción y el grupo español de NeuroIntervencionismo del grupo español (GeNI/SENR) e intervencionistas de cuerpo y sistema vascular periférico (SERVEI), profesionales de la sociedad española de protección radiológica (SEPR), la sociedad española de seguridad y medicina del trabajo (SESMT), de FACME y representantes del instituto nacional de la seguridad social.  

Dicho grupo de trabajo ha elaborado una carta de sensibilización para enviar a otras sociedades y al Consejo de Seguridad Nuclear, en el que se proponen medidas para que aquellas trabajadoras expuestas que deseen cumplir sus deseos reproductivos puedan seguir desarrollando su labor asistencial sin poner en riesgo al feto ni a ella misma.