La Sociedad Española de Radiología Médica no comparte el informe de las dos agencias de evaluación de tecnologías sanitarias con respecto a su conclusión de no recomendar la puesta en marcha de un programa de cribado de cáncer de pulmón con tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) en España
La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) no comparte el informe de las dos agencias de evaluación de tecnologías sanitarias con respecto a su conclusión de no recomendar la puesta en marcha de un programa de cribado de cáncer de pulmón con tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) en nuestro país por razones económicas, contraviniendo la evidencia científica, la opinión de las sociedades científicas nacionales e internacionales relacionadas e, incluso, las recientes recomendaciones de la Unión Europea en el marco del Plan Europeo de lucha contra el cáncer.
El informe de esas dos agencias maximiza los potenciales aspectos negativos del cribado y minimiza los positivos.
En nuestra opinión no se tiene en cuenta la reducción de dosis de radiación que supone el uso de las tecnologías y protocolos de exploración actualmente recomendados, ni la drástica reducción de falsos positivos, con la consecuente reducción de recitaciones y procedimientos invasivos, a que ha conducido la aplicación de nuevos circuitos basados en recomendaciones de seguimiento más eficientes, basados en la volumetría y el análisis del tiempo de duplicación de volumen de los nódulos pulmonares detectados en los estudios de TCBD.
Por otra parte, tampoco se pone en valor la información adicional aportada por las tomografías computarizadas más allá de la detección de nódulos pulmonares. En la actualidad, las recomendaciones en el entorno europeo incluyen ampliar el concepto de cribado de cáncer de pulmón, aprovechando la información que la TCBD aporta, valorando patologías que son detectables y evaluables con esa tecnología y que, por otra parte, se relacionan con el tabaquismo y con el cáncer de pulmón. De ese modo, se ha acuñado y generalizado el concepto de Big-3, que consiste en analizar con la TCBD los nódulos pulmonares potencialmente malignos, el enfisema pulmonar y el calcio coronario. Tanto es así que, en ese mismo entorno, y una vez aceptado ampliamente el concepto de Big-3 como algo imprescindible en un cribado de cáncer de pulmón, se está planteando en este momento la inclusión de otros parámetros en el análisis de los estudios de la TCBD, como, por ejemplo, la osteopenia. Toda esa es información que ya existe en los estudios de TCBD, y parece razonable utilizarla con el uso de software que facilita y automatiza su análisis, todo lo cual redunda en beneficio para el paciente y aumenta el coste-beneficio del programa.
Con ello, este informe se desmarca de la evidencia actualizada y de la apuesta internacional por la detección precoz de un cáncer que, sin cribado, mata más que la suma de las muertes por cáncer de mama y colorrectal, mientras que detectado en fases iniciales tiene altas tasas de supervivencia; razones por las que la Comisión Europea ya ha reconocido la eficacia del cribado de cáncer de pulmón, al tiempo que recomienda la inclusión de la implementación gradual de programas piloto de cribado como prioridades nacionales en el entorno europeo. No obstante, estamos pendientes de la decisión final del Ministerio con respecto a la recomendación de implementar un programa de cribado de cáncer de pulmón en nuestro país.
En cualquier caso, destacamos que el informe reconoce las limitaciones que supone no disponer de datos sobre experiencias de cribado en nuestro país, al tiempo que manifiesta que el proyecto CASSANDRA aportaría esa información, fundamental para la toma de decisiones frente a la posibilidad de una posterior implantación de un programa poblacional de cribado de cáncer de pulmón. El proyecto CASSANDRA, con participación de múltiples sociedades científicas (entre ellas la SERAM), es el primer proyecto piloto estatal de detección precoz de cáncer de pulmón con tomografía computarizada de tórax de baja dosis de radiación.