Los profesionales de la radiología analizan el papel de la imagen en la crisis COVID-19
Las pruebas de imagen han estado en el centro de la respuesta terapéutica durante la pandemia por COVID-19 y tienen un papel fundamental en el seguimiento de las complicaciones y secuelas en los pacientes que han padecido la enfermedad. Esto ha provocado cambios en las formas de trabajo y nuevos retos diagnósticos y organizativos en los servicios de radiología, a los que han tenido que adaptarse rápidamente, sin experiencia previa y con escasa evidencia científica.
Así lo han explicado radiólogos y técnicos de radiodiagnóstico de distintos hospitales de todo el país durante la sesión monográfica ‘Pandemia COVID-19. La imagen en la crisis’ en el 35 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). En esta sesión los profesionales de la radiología han compartido el conocimiento adquirido y las experiencias vividas durante la crisis sanitaria.
Más de 440 exploraciones de tórax diarias en la primera ola de la pandemia
“La radiografía de tórax ha estado en el punto de la decisión clínica desde el minuto 0 de la pandemia. No se utiliza como medio diagnóstico en sentido estricto, pero nos ayuda a confirmar la sospecha clínica mientras llegan los resultados de la PCR y, sobre todo, se usa para evaluar la gravedad del paciente y como criterio de ingreso”, afirma la Dra. Milagros Martí de Gracia, jefa de sección de radiología de urgencias en el Hospital de La Paz de Madrid y presidenta de la SERAM, quien asegura que en su hospital se llegaron a hacer más de 440 exploraciones de tórax diarias en la primera ola de la pandemia.
Respecto al papel de la Tomografía Computarizada (TC), la Dra. Martí explica que es una exploración que se utilizó en los inicios de la crisis como método diagnóstico rápido cuando no había otros recursos (escasez de PCR o test de antígenos) ya que tiene una alta sensibilidad, “llegando a encontrar hallazgos en más de un 40% de asintomáticos”. Actualmente, asegura, “la TC solo está indicada cuando hay discrepancia clínica, analítica y radiológica y puede ser un falso negativo, o cuando hay sospecha de complicaciones”.
La ecografía pulmonar también está siendo muy utilizada, sobre todo en pacientes de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), por ser una técnica “sencilla, barata, muy accesible para estudiar a pie de cama o en el domicilio del paciente”, pero también para seguimiento y pronóstico de pacientes pediátricos y mujeres embarazadas, al no utilizar radiación. Así lo explica el Dr. Iván Vollmer, radiólogo torácico en el Hospital Clinic de Barcelona, quien asegura que “tiene una precisión comparable con la radiografía y una buena correlación con la TC”.
Complicaciones en pacientes con COVID-19: más allá del pulmón
Por su parte, el Dr. Luis Gorospe, radiólogo torácico del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y responsable de formación en SERAM, asegura que la TC también ayuda a detectar algunas complicaciones en el pulmón de los pacientes con COVID-19, como enfermedades tromboembólicas debido al estado inflamatorio sistémico: “en estudios de angio-TC de tórax se observan efectos de repleción en el 23-30%”. También apunta al neumotórax y neumomediastino o las sobreinfecciones pulmonares “sufridas por el 15% de los pacientes hospitalizados” como complicaciones frecuentemente detectadas en la TC.
En la sesión monográfica se analizaron otras complicaciones extrapulmonares en pacientes con COVID-19 que, tal y como explica el Dr. Ramiro Méndez, radiólogo abdominal del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, puede ser debida a “la infección por el virus en otros órganos, la hiperrespuesta inmune, las alteraciones de la coagulación y el endotelio vascular y a los efectos secundarios del tratamiento”.
El Dr. Méndez asegura que “El SARS-CoV-2 infecta con frecuencia el tubo digestivo y sus síntomas pueden ser una manifestación inicial de la COVID-19”. E insiste que “el daño renal puede condicionar el pronóstico vital, precipitando fallo renal agudo”. Para detectar estas complicaciones abdominales recomienda revisar cuidadosamente en el TC de abdomen “los vasos arteriales y venosos, el patrón anómalo de captación de contraste y el tubo digestivo, el gas extraluminal e infiltrados en bases pulmonares”.
Por su parte, las alteraciones neurológicas en pacientes con COVID-19 son “frecuentes, pero mayoritariamente leves e inespecíficas”, según el Dr. Albert Pons-Escoda, neurorradiólogo del Hospital de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Afirma, además, que hay “un aumento discreto del riesgo de infarto cerebral en pacientes graves y con factores de riesgo cardiovascular”.
Las secuelas hacen necesario un seguimiento radiológico
En palabras del Dr. Santiago Bolívar, radiólogo torácico también en el Hospital de Bellvitge, “el 40% de los pacientes que han padecido la COVID-19 tienen secuelas a los tres meses del alta, sobre todo vidrio deslustrado, engrosamientos séptales o bronquiectasias”.
La continuidad de estas secuelas, que clínicamente se suelen manifestar en fatiga, disnea y dolor articular, hace necesario el seguimiento radiológico a pacientes con perfil de alto riesgo: “mayores de 50 años, con incremento de frecuencia cardiaca, estancia prolongada en UCI, mayor lesión en TC inicial, leucocitosis y elevación de otros marcadores inflamatorios al ingreso, hipertensión arterial y síndrome respiratorio con necesidad de ventilación mecánica”, afirma el Dr. Bolívar. Estos pacientes, asegura, “son potencialmente más proclives a lesiones fibrosantes a largo plazo y necesitan un seguimiento más estrecho”. “Se trata de un seguimiento complejo que necesita un abordaje estructurado y multidisciplinar”, explica el radiólogo torácico.
Gran impacto de la crisis en la actividad de los servicios de radiología
La importancia de las técnicas de imagen en el manejo y seguimiento de los pacientes con COVID-19 provocó, sobre todo en la primera ola, que se priorizaran las exploraciones relacionadas con esta patología, anulando citas de pacientes no prioritarios. Pero, además, “hubo muchos enfermos prioritarios que estaban citados y no acudían al hospital por miedo a contagiarse”, asegura la Dra. Carmen Martínez, jefa del servicio de radiología del Hospital Universitario Son Llàtzer de Palma de Mallorca. El impacto real del retraso de las pruebas “aún se desconoce” pero, afirma, “ha habido consecuencias en la interrupción de tratamientos y retrasos en iniciarlos”.
La Dra. Martínez explica que “en cada comunidad y cada hospital la pandemia ha tenido un impacto distinto y la recuperación de la actividad en cada uno de ellos ha sido diferente” e insiste en que “es fundamental la priorización de las exploraciones en época de pandemia con recursos limitados”, pero que los “los cierres de las salas de exploración han de ser lo más cortos posible”. Además, asegura que en este escenario es fundamental “la comunicación con los pacientes, entre el personal y con los gestores”, así como “monitorizar actuaciones y rediseñar circuitos y flujos de trabajo eficientes”.