La SERAM reivindica apoyo institucional para la puesta en marcha de sistemas de ayuda a la petición clínica de pruebas de imagen
Hoy, durante las II Jornadas de la Seguridad del Paciente en los procedimientos médicos con radiaciones ionizantes en el Ministerio de Sanidad, el responsable de asuntos profesionales de la SERAM, el Dr. Luis Concepción Aramendía, en la mesa “Nuevos retos en seguridad al paciente”, bajo la ponencia “Justificación de pruebas radiológicas: Estado actual de la implementación de Guías de Indicación de pruebas radiológicas”, ha puesto de manifiesto la necesidad del apoyo institucional para la puesta en marcha de sistemas de ayuda a la petición clínica, dado que el 30% de las pruebas de imagen que se solicitan, desde la SERAM se considera que no contienen la justificación necesaria, teniendo en cuenta el impacto del resultado de la prueba en el tratamiento o diagnóstico del paciente.
Dichos programas pretenden ofrecer al profesional que solicita la prueba de imagen más idónea para cada situación con información sobre el grado de exposición a la radiación de cada una de ellas.
“El análisis riesgo-beneficio es el eje fundamental, pero el beneficio que se pretende conseguir es inmediato, y los riesgos son probabilísticos y a largo plazo lo que lleva a una situación compleja a la hora de trasladar a los diferentes actores dicho análisis de riesgo-beneficio” señala el Dr. Concepción.
Existen materiales elaborados que ayudan a dicho análisis, pero no están incluidos en el flujo de trabajo. Por ello, los sistemas de apoyo, sistemas computarizados ayudan a la toma de decisiones y aumenta rendimiento de pruebas.
Desde la SERAM la justificación de solicitud de pruebas es muy importante, es un elemento crítico en el tema de la radioprotección, se tiene que hacer en un trabajo colaborativo en la que participen todos los elementos integrales en el proceso radiológico, desde la concienciación a la población pasando por los técnicos que adquieren las imágenes y los físicos que supervisan los procedimientos.
Además, para conseguir minimizar la exposición a las radiaciones de la población es imprescindible que se asegure el acceso en tiempos razonables a otras modalidades de diagnóstico como la ecografía y la resonancia magnética.