Por qué hacer radiología

Por qué hacer radiología

“¿Por qué elegir Radiodiagnóstico como especialidad?”. Documento dirigido a médicos antes de la elección de la especialidad

Introducción

Aunque hay algunos estudiantes que antes de entrar a medicina ya saben la especialidad que quieren ejercer en el futuro, la realidad es que la mayoría no tiene claro qué especialidad elegir. Con frecuencia es durante la carrera de medicina o incluso en la etapa MIR cuando vamos descubriendo y siendo conscientes de lo amplia y diversa que es realmente la Medicina y las múltiples especialidades a las que uno puede dedicarse. Algunas de estas especialidades pueden llamarnos más la atención y convertirse en la especialidad que queramos ejercer durante nuestra vida profesional.

Radiología (o Radiodiagnóstico, según la denominación oficial del Ministerio de Sanidad) es una especialidad competitiva de gran relevancia en la práctica médica actual y con un gran potencial en el futuro. A pesar de su antigüedad (los rayos X, la primera modalidad diagnóstica radiológica, se descubrieron a finales del siglo XIX) y de su creciente importancia, es habitual que muchos estudiantes de medicina no conozcan la especialidad de Radiología (o tengan un contacto limitado durante la carrera). Esto puede deberse, entre otros motivos, a una visión “dicotómica” en la que el estudiante clasifica las especialidades en “médicas/clínicas” y “quirúrgicas”, sin pensar en otras que no encajan exactamente en una de estas categorías (como Radiología). Por otro lado, en las universidades es frecuente que la descripción radiológica de patologías “médicas” y “quirúrgicas” las expliquen médicos no radiólogos, reduciendo la interacción del estudiante con la radiología y creando una “falsa” infravaloración de la especialidad.

En este documento vamos a intentar mostrar de forma clara y sencilla en qué consiste exactamente la labor de un radiólogo, hasta dónde se extiende (o “cuáles son sus límites”) y qué particularidades, ventajas y expectativas de futuro tiene.

¿Cómo es el día a día de un Radiólogo?, ¿qué lo hace “único”?

¿Cómo funciona un servicio de radiología?

Radiodiagnóstico se considera una especialidad “central” o “transversal”, ya que interactúa con la práctica totalidad de los departamentos de un hospital y participa en casi todas las fases del proceso asistencial de un paciente (desde el diagnóstico precoz y monitorización de múltiples enfermedades, hasta el tratamiento de ciertas patologías con técnicas mínimamente invasivas), asumiendo un activo rol como consultor entre especialistas. Por ello, juega un papel fundamental en el diagnóstico y en el manejo terapéutico de los pacientes.

El tamaño y grado de subespecialización de los servicios de radiología varía en función de las características del hospital (tamaño, organización, etc.). No obstante, en los hospitales de mayor tamaño suelen estar organizados por órganos y sistemas, de tal manera que hay radiólogos subespecializados en: “Abdomen”, “Imagen cardiotorácica”, “Mama”, “Musculoesquelético”, “Neurorradiología”, “Pediatría”, “Urgencias” y “Vascular Intervencionista”. Además, puede haber secciones particulares como “Ecografía” (donde trabajan radiólogos con una especial dedicación a la ecografía), u otras secciones más específicas (P. ej., “Cabeza y cuello”) según las particularidades del hospital. Fuera del ámbito hospitalario, los radiólogos también atienden pacientes de Atención Primaria. Independientemente de la subespecialidad, todos los radiólogos son los máximos expertos en el diagnóstico y el tratamiento por imagen de las áreas respectivas a las que se dediquen, interactúan con todos los especialistas de esas áreas, participan activamente en los comités multidisciplinares de las patologías correspondientes y, desde esa visión integral del proceso asistencial tan transversal, juegan un rol de vital importancia en el manejo diagnóstico y terapéutico de los pacientes.

¿Qué función tiene el radiólogo en el hospital?

Por tanto, el trabajo de un radiólogo es dinámico y puede variar dependiendo de su subespecialidad y del hospital en el que trabaje. Hay radiólogos que trabajan más con ciertas modalidades diagnósticas (radiología convencional, ecografía, etc.) mientras otros utilizan más otras modalidades (TC, RM, etc.); unos se dedican más al componente diagnóstico de la especialidad mientras que otros exploran más su dimensión terapéutica. En cualquier caso, todos realizan un trabajo asistencial clínico integral protocolizando y supervisando los estudios radiológicos, interpretando los hallazgos en las técnicas de imagen, y elaborando informes que servirán para un óptimo manejo diagnóstico y terapéutico de los pacientes. Además del trabajo asistencial, muchos radiólogos también se dedican a la labor docente/académica y algunos también a la investigación. La flexibilidad y libertad relativas que proporcionan no estar “subyugados” a una consulta todos los días permite a los radiólogos administrar su tiempo de forma más elástica que otros especialistas.

¿Existe un radiólogo que trate patología?

Muchos radiólogos realizan procedimiento mínimamente invasivos diagnósticos (biopsias de tumores, obtención de muestras microbiológicas…) y terapéuticos no vasculares (drenajes percutáneos de abscesos, tratamiento de tumores con técnicas de ablación…).  Un caso especial y, habitualmente poco conocido, es el de los radiólogos intervencionistas (neurorradiólogo intervencionista y radiólogo vascular intervencionista). La diferencia fundamental con la idea habitual que se tiene de la función del radiólogo es que éstos (aunque no son los únicos) sí que tratan patología y llevan a cabo técnicas, que destacan por un acceso percutáneo a vasos desde los que realizar el tratamiento (generalmente asistido por técnicas como la ecografía, fluoroscopia o ambas).

Entre las técnicas intervencionistas realizadas por los radiólogos, bien mediante abordaje percutáneo o intravascular, destacan:

  • Tratamiento del ictus isquémico mediante técnicas recanalizadoras
  • Tratamiento de aneurismas y malformaciones arteriovenosas mediante diferentes técnicas oclusivas.
  • Tratamiento de patología arterial periférica.
  • Diversas técnicas relacionadas con la patología hepatobiliar que van desde tratamiento de tumores, colocación de TIPS (shunts) o realización de biopsias transyugulares.
  • Una gran cantidad de técnicas que tratan un gran abanico de patología (tratamiento de estenosis o malfuncionamiento de fístulas en diálisis, tratamiento de estenosis venosas, tratamiento de la hipertrofia benigna de próstata, etc.)
  • Diagnóstico y tratamiento de patología ósea mediante abordajes percutáneos

Además de ser tan amplia, ¿es un reto el ejercicio de la radiología?

La labor del radiólogo es muy importante para el funcionamiento de un hospital, sobre todo en el diagnóstico, pero también en el tratamiento de ciertas patologías. Esto hace que sea un participante esencial en muchos comités interdisciplinarios que tienen lugar en los hospitales, aportando información y dando su opinión – en colaboración con otros especialistas – en aquellos casos que requieran de un estudio más minucioso o de un consenso interdisciplinar.

Esto nos lleva a la realidad de que, en el mundo de la medicina, 2 + 2 no siempre es igual a 4, lo cual es más frecuente en la radiología de lo que pueda parecer y, por tanto, es fundamental el conocimiento por parte del radiólogo de la clínica que presenta el paciente (y que normalmente le llega a éste a través del facultativo peticionario), de la patología médica en general (y en particular cuando el radiólogo se dedica a una sección) lo cual le permitirá realizar un buen diagnóstico diferencial e interpretación de la imagen que dará con el adecuado diagnóstico del paciente, y en algunos de los casos mencionados, su tratamiento.

El mundo de la radiología es extremadamente amplio y el radiólogo debe conocer en mayor o menor medida (según las necesidades del sitio donde trabaje y su función) la patología médica

que puede tener que interpretar, por las distintas modalidades de imagen, lo cual es una labor difícil pero estimulante y muy gratificante, la cual dista mucho de la idea que se puede hacer del radiólogo, por varios motivos, de una persona que está delante de las pantallas de ordenador dictando lo que ve realizando una actividad poco estimulante o de poca relevancia. La realidad es que el mundo de la radiología es amplio, con diversas técnicas de diagnóstico, modalidades de imagen y posibilidades de tratamiento que hacen difícil que no se encuentre algo que no te acabe gustando.

¿Qué particularidades, qué cosas positivas y futuro tiene la especialidad?

Hasta ahora te ha podido quedar más claro que antes cuál es la función del radiólogo y cómo es  su día a día. No obstante, te puedes seguir preguntando: “¿Qué ventajas tiene?, ¿por qué elegirla por encima de otras opciones?”. Más allá de que cada uno puede querer elegir o preferir una especialidad sobre otra por varios motivos de muy distinta índole, todos ellos válidos, vamos a enumerar algunas de los factores que consideramos hacen de esta especialidad algo especial para tener en cuenta y elegirla.

Es una especialidad muy cercana a otras disciplinas fuera del mundo de la medicina. Aunque esto es cierto para la práctica totalidad de las especialidades médicas, radiodiagnóstico, por su idiosincrasia está muy ligada a otras disciplinas (física, matemáticas, informática, ingenierías etc.) lo cual puede ser un aliciente para cualquiera que también busque también tener contacto y formación relacionada con éstas. Esto es un hecho – como puede verse en muchos de los congresos y cursos, donde cada vez más hay charlas y eventos dedicados a otros profesionales que trabajan para el desarrollo e investigación de la imagen médica – y se tiene que tomar como algo extra (y, también, amplio e interesante) que aporta la especialidad.

El radiólogo también tiene una particularidad y es, comparativamente con la mayoría de las especialidades, su escaso contacto con el paciente y sus familiares, salvo en el caso de realización de pruebas ecográficas o de procedimientos invasivos (ya sean diagnósticos o terapéuticos), lo cual puede ser visto como algo positivo para algunas personas o como algo negativo para otras.

Es una especialidad que se podría llamar diagnóstico-terapéutica y clínica (por no utilizar el término médico-quirúrgica) lo cual también añade otro punto positivo puesto que te permite desarrollarte, si así lo deseas, en una actividad más quirúrgica como lo es la radiología vascular  e intervencionista o también tiene la posibilidad de permitirte ejercer un intervencionismo “menor”, con técnicas y procedimientos que no requieren del uso de anestesia general (tratamientos del dolor, biopsias, colocación de drenajes…).

Es una especialidad con mucho futuro y en indispensable colaboración con las otras disciplinas antes mencionadas, está teniendo un gran avance en el desarrollo de programas de inteligencia artificial que, lejos de ser un enemigo del radiólogo son una asistencia a su trabajo, y del desarrollo de las cuales, el radiólogo puede formar parte si está interesado. En este campo no solo se incluyen los algoritmos de diagnóstico o selección automáticos sino también se deben incluir todas las técnicas nuevas que han ido apareciendo en las distintas modalidades de imagen desde la creación de modelos “3D” o “4D” hasta el desarrollo de nuevas secuencias de RM que expanden las posibilidades de diagnóstico (v.g. secuencias de susceptibilidad magnética o la arterial spin labelling) o de nuevas técnicas de tratamiento (v.g. Ultrasonido focalizado de alta intensidad).

Otra ventaja que ya se ha mencionado antes es la flexibilidad a la hora de realizar el trabajo donde cada uno puede decidir cómo gestionar su tiempo y cuando hacer sus pausas. Además, la radiología, por su idiosincrasia permite con gran facilidad la implementación, en su práctica, de la telemedicina, que es algo que cada vez tiene más demanda (sin quitar la necesidad de radiólogos que trabajen en centros de asistencia sanitaria) y que también abre las puertas a una forma de trabajar que otras especialidades no pueden permitirse.

En resumen, radiodiagnóstico es una especialidad única con un gran peso en la práctica médica actual donde es un engranaje central para el funcionamiento adecuado de un centro sanitario, es muy amplia y con posibilidades de subespecialización, tiene una parte diagnóstica pero también terapéutica, muchas veces desconocida, pero también muy interesante e importante, además de una gran interacción directa e indirecta con otras disciplinas científicas y que, además, tiene un gran presente y un siempre cambiante e innovador futuro. Por todo esto, consideramos que Radiodiagnóstico es una gran especialidad que debes tener en cuenta y considerar que sea la especialidad a la que dediques el resto de tu carrera profesional.

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